Muchas personas me escriben pidiéndome información acerca de mis servicio de asesorías y en la mayoría de los casos, sus expectativas chocan con la realidad, es que la mayoría de las personas esperan que el adiestrador use una técnica que corrija el comportamiento de su perro al instante, pero la realidad es que este es un trabajo gradual en el que los dueños deben participar activamente.
Por eso lo primero que hago al llegar a una asesoría es aclarar que mis asesorías se enfocan en acompañar a los clientes y darle todas las herramientas que va a necesitar para comprender, educar y entrenar a su perro en las diferentes etapas de desarrollo en la que se encuentre.
Una vez aclarado esto le pregunto al cliente y a su familia ¿Cómo es el comportamiento de su perro?, ¿Que comportamiento le gustaría corregir? y ¿Que han hecho para corregirlo?.
La mayoría de los problemas de comportamiento en el perro son la consecuencia de un mal manejo por parte del humano, esto debido a la falta de información que poseen acerca del comportamiento natural del perro, sus necesidades instintivas y su proceso de aprendizaje.
Para poder diagnosticar correctamente la causa del comportamiento que se quiere corregir es importante tomar en cuenta la raza del perro, su edad, la edad a la que fue separado de su madre y sus hermanos, cuanto tiempo tiene con su dueño actual, que experiencia tienen los dueños en cuanto a la crianza de un perro, entre otros.
Al mismo tiempo evaluó el lenguaje corporal del perro en compañía de sus dueños, cuáles son sus habilidades sociales, de qué manera se relaciona con los miembros de su familia y con los extraños, lo motivó a través del juego y los refuerzos positivos para así ganarme su confianza.
Una vez aclarado el método de trabajo procedemos a comenzar la primera clase, explicó el contenido básico que todo dueño de perro debe conocer, esto abarca temas tales como; necesidades instintivas del perro, necesidades específicas de la raza, etapas de desarrollo del perro, instinto jerárquico, liderazgo, y proceso de aprendizaje.
Mientras explicó todos estos temas a los humanos también le enseñó al perro a responder correctamente a los comandos básicos de obediencia, para que al terminar la clase los dueños puedan practicar con su perro por lo menos el sentado.
El progreso en cuanto a los comandos de obediencia varían en cada perro, algunos aprenden un comando por clase, algunos aprenden todos los comandos en una sola clase y otros necesitan varias clases para aprender a responder correctamente a un comando.
Generalmente las primeras 5 sesiones las enfocamos en todo el contenido teórico, aclaración de dudas y práctica de obediencia dentro de casa mientras que las otras 5 sesiones van enfocadas en trabajar con el perro en distintos ámbientes fuera de casa.
Esta planificación puede variar dependiendo del caso, hay muchas cosas que influyen, entre ellas la capacidad que tenga el perro de adaptarse y el compromiso del humano de poner en práctica las actividades asignadas durante el resto de la semana.