La agresividad es una tendencia a responder de una forma violenta ante diferentes estímulos, está violencia puede manifestarse en un menor o mayor grado de intensidad que va desde expresiones corporales, gruñidos, ladridos o agresión física.
Los perros no nacen siendo agresivos, algunos perros tienen por naturaleza un umbral de tolerancia más bajo que le obliga la responder de forma agresiva ante un estímulo sutil, mientras que otros pueden estar delante un montón de estímulos amenazantes sin perder la calma.
La diferencia en este umbral depende en gran medida de factores ambientales y genéticos, la agresividad puede ser una condición compleja de tratar, por eso es tan importante conocer los tipos de agresividad para así llegar a la raíz del problema.
Agresión por dominio: se produce cuando un perro amenaza o ataca a otro individuo para corregir su comportamiento, el perro puede llegar a recurrir a este tipo de agresión para mantener el control sobre los miembros de su manada o grupo en el que se encuentre.
Agresión por miedo: se produce cuando el perro se siente amenazado, al descartar la opción de huir o de mostrarse sumiso, el perro procede a atacar la fuente de su miedo.
Agresión por maternidad: se produce cuando una perra es excesivamente agresiva hacia los individuos que considera una amenaza para sus cachorros.
Agresión por dolor: esta es una reacción que se produce cuando se toca, se mueve o se manipula a un perro adolorido.
Agresión por juego: se produce como una forma brusca de juego que aumenta en intensidad gracias al refuerzo positivo.
Agresión posesiva: se produce cuando un perro piensa que un individuo quiere quitarle algo que le pertenece, ej: comida, juguete, cama o una persona.
Agresión predatoria: implica un ataque repentino, una mordida fuerte y sacudida de la presa, está asociada con la depredación, el asecho y la captura de animales pequeños y está motivada por su instinto de caza.
Agresión protectora: se produce cuando el perro ataca para proteger a un miembro de su familia de una amenaza real o aparente.
Agresión redirigida: se produce cuando el perro no puede atacar el objetivo que quiere y redirige su agresión hacia otro objetivo.
Agresión territorial: se presenta cuando un perro ataca a un individuo ( que representa una amenaza real o aparente) para proteger un espacio.