Para educar, adiestrar, entrenar y rehabilitar a un perro es necesario que el humano entienda cual es su proceso de aprendizaje, así podrá crear los comportamientos adecuados y evitara reforzar inconscientemente aquellos comportamientos que son considerados como problemáticos.
Existen varios enfoques sobre el proceso de aprendizaje del perro, en este artículo vamos a ver el aprendizaje asociativo y el aprendizaje no asociativo.
Cuando hablamos de aprendizaje asociativo nos referimos a aquel que establece una asociación entre dos o más fenómenos.
El condicionamiento operante entra en esta categoría, y consiste en aumentar o disminuir la frecuencia de un comportamiento controlando la consecuencia que el perro recibirá por su acción.
Si das una orden, el perro se sienta y le das un premio, estás influyendo a través de condicionamiento operante, controlas la consecuencia que el perro recibirá al sentarse.
También es importante conocer el condicionamiento clásico que opera en los procesos involuntarios y reflejos, este se basa en los estímulos y no en la consecuencia.
Si todos los días tienes una rutina antes de salir con el perro, te colocas los zapatos, buscas tu billetera, apagas las luces de la casa, agarras tus llaves, la correa y sales con tu perro... Este está aprendiendo gracias al condicionamiento clásico, que después de esa rutina que haces dentro de casa viene un paseo y estará ansioso esperando que termines para salir.
Cuando hablamos de aprendizaje no asociativo nos referimos a la forma como el perro establece el grado de su respuesta ante variados estímulos.
Dentro de este enfoque podemos encontrar el proceso de habituación, que se da cuando se presenta un conjunto de estímulos de una manera gradual y controlada, para que no represente ningún valor para el individuo y se convierta en un elemento más de su ambientes.
Podemos ver este proceso en los perros que hacen vida en la calle, estos caminan por las avenidas sin que el ruido, los carros o las personas les alteren, en cambio pareciera que estuvieran muy acostumbrados a esto, la habituación también la podemos ver en los perros que acompañan a los cazadores, están tan acostumbrados que pareciera no importarle las detonaciones del rifle.
Contrario a esto existe también el proceso de sensibilización, que se da cuando se presenta un estímulo repentino y exagerado, que no da tiempo al perro para gestionar la situación correctamente.
Esto es lo que pasa con las mascotas que se asustan al escuchar por primera vez las detonaciones de los fuegos artificiales.