La mayoría de los problemas de comportamiento que desarrollan nuestros perros se deben al mal manejo por parte del humano ya sea por qué han reforzado esos comportamientos o no han marcado los límites en el momento adecuado y de la forma correcta.
Por eso lo más importante para tener un perro educado es preparar a los dueños con toda la información necesaria para poder gestionar las distintas situaciones que se pueden presentar en el proceso de desarrollo del perro.
Con mi servicio de asesorías a través de WhatsApp puedo atender esta necesidad para público de toda Latinoamérica y países de habla hispana, aprovechando las diferentes herramientas que está plataforma nos permite; llamadas, video llamadas, chat, envío de material PDF y otros archivos multimedia.
Después de llenar un formulario básico donde el usuario me cuenta su caso, acordamos la primera sesión que será a través de una vídeo llamada donde profundizamos en la necesidades del perro, hablamos de una manera general acerca de los principios básicos de la etología y el comportamiento natural del perro, establecemos objetivos claros y definimos la estrategia que se deberá seguir para lograr dichos objetivos.
Para poder diagnosticar correctamente la causa del comportamiento que se quiere corregir es importante tomar en cuenta la raza del perro, su edad, la edad a la que fue separado de su madre y sus hermanos, cuanto tiempo tiene con su dueño actual, que experiencia tienen los dueños en cuanto a la crianza de un perro, entre otros.
Todos los ejercicios que se establezcan como parte del plan de trabajo deberán ser grabados en vídeo para su corrección en la siguiente sesión donde se evaluarán los resultados y se revisará la correcta ejecución de la técnica recomendada.
El progreso en cuanto a los comandos de obediencia varían en cada perro, algunos aprenden un comando por clase, algunos aprenden todos los comandos en una sola clase y otros necesitan varias clases para aprender a responder correctamente a un comando.
La planificación puede variar dependiendo del caso, hay muchas cosas que influyen, entre ellas la capacidad que tenga el perro de adaptarse y el compromiso del humano de poner en práctica las actividades asignadas durante el resto de la semana.