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¿Quieres saber por qué tu perro no acude a ti cuando lo llamas?


Recuerdo mucho la primera asesoría que atendí en el que se manifestaba este tipo de problemas en el perro, en ese tiempo estaba comenzando a trabajar como entrenador canino y acostumbraba a tomar nota de la descripción del problema que me daba la persona que me contrataba. De hecho, revisando mis notas sobre estos casos, encontré una que decía;

“algo está mal con mi perro, cada vez que lo llamo no viene y a veces corre en sentido contrario”

Este es un problema que suele repetirse muchas veces y que en ocasiones puede poner en peligro la vida de tu mascota. En este artículo te voy a explicar las posibles razones de por qué tu perro no acude a tu llamado y además te diré como puedes corregir este problema.


Primero que nada. Me gustaría recordarte cual es el proceso mental que utiliza tu perro para tomar decisiones, y nos apoyaremos en las bases del condicionamiento que nos dice que todo comportamiento que se refuerza tiende a repetirse mientras que aquel que se castiga tiende a desaparecer.


Tomando en cuenta el esquema anterior, identificaremos cada etapa del proceso en el siguiente ejemplo;

Llegas del trabajo cansado y te consigues la casa hecha un desastre, orines en la sala, la basura regada en toda la casa y tus zapatos favoritos vueltos pedazos, y gritas; TOBY!! (ESTIMULO)… en eso escuchas que algo se cae en la cocina; es toby que viene corriendo a recibirte (RESPUESTA). Antes de llegar a ti, ya tu perro percibe tu molestia y muestra signos de sumisión, en ese momento en la mayoría de los casos comienza el regaño que puede incluir una agresión física hacia el perro (CASTIGO)
En este ejemplo, el perro crea una asociación negativa. Ya que al acudir a tu llamado recibió un castigo así que la próxima vez que escuche su nombre tratara de mantener distancia o incluso huir.
Otro ejemplo que te puede ayudar a definir la causa de este problema es el siguiente:

Llevas a tu perro al parque, este consigue con quien jugar y se esta divirtiendo mucho. Cuando llega la hora de irse tu lo llamas; Milo! (ESTIMULO) este se acerca a ti (RESPUESTA) y tu le colocas su paseador y te lo llevas a casa (CASTIGO).
Acudir al llamado hizo que se acabara la diversión, la próxima vez que lo llamen, mantendrá su distancia para seguir jugando.

Es esencial que tu perro asocie su nombre con un resultado positivo para que quiera acudir al llamado, este problema se puede corregir siguiendo dos consejos básicos.

1) No digas su nombre para castigarle

2) Cada vez que digas su nombre refuerza con un premio, un juguete o con mucho cariño.



Es muy sencillo, pero efectivo… de ahora en adelante toma en cuenta estos 2 consejos y te aseguro que tu perro acudirá a ti cada vez mas rápido.






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